“Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer”, reza el refrán.
Las esposas de las personalidades deportivas y políticas, al igual que todas las mujeres, también quieren ser escuchadas.
Beatriz Gutiérrez, la esposa de Andrés Manuel López Obrador, un día después del encuentro de los candidatos con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia, le respondió a éste través de su cuenta de Facebook, recriminándole la manera en que trató a su esposo, calificando de “injusto vapulear al único mexicano que ha dado la cara a favor de víctimas, desprotegidos y marginados”, y le recordó que su marido, Andrés Manuel López Obrador, lo hizo mucho antes de que el poeta se levantara como activista tras el asesinato de uno de sus hijos en Cuernavaca, Morelos, el año pasado.
Ayer en Monterrey, la esposa del candidato de la izquierda, invitó a las mujeres de esta entidad a acudir a las urnas el 1 de julio y votar por cualquier candidato, aunque no sea su marido, pero les pidió que antes de ejercer ese derecho reflexionen.
En el caso del futbolista Vicente Matías Vuoso, quien por cierto, ayer el club Atlas oficializó la contratación del delantero con ese club, su esposa Marcela Vuoso hace unos meses a través de su cuenta de twitter, expresó su malestar porque el entrenador del América, Miguel el “Piojo” Herrera, no metía a Vuoso a jugar regularmente, insinuando que si no lo hacía, era porque su esposo no le daba dinero al “Piojo”.
Tanto el atacante como su esposa fueron duramente criticados tanto por la prensa como por la afición.
No todos los apoyos de las esposas se interpretan de la misma manera.