ReEvolución

Este 20 de noviembre México celebra (sic)104 años de Revolución.

En aquel entonces, el movimiento liderado por personajes como Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata, entre otros, se mataron o mandaron matar entre ellos.

En aquel tiempo, entre 1910 y 1920, hubo un promedio de un millón de mexicanos muertos por dicho movimiento armado.

En la actualidad, datos más, datos menos, se calcula que hay 22,322 personas desaparecidas no encontradas, tanto del sexenio de Felipe Calderón como del actual gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

En el tema de fosas clandestinas, el número es peor: El año pasado fueron localizadas 36 fosas clandestinas en el país, con 45 cadáveres exhumados. En lo que va de 2014, han sido halladas 73 fosas y exhumados 116 cuerpos. En solamente un año ha aumentado el doble.

La cuestión es, ¿cuantas de estas personas desaparecidas, o de los cadáveres exhumados, corresponden al crimen organizado, y cuantos fueron callados por así convenir a los intereses políticos?

¿Realmente ya culminó la Revolución Mexicana?

Cansado, HARTO!!!

Desgraciadamente, Ayotzinapa se está convirtiendo en otro caso más de impunidad en México.

Aunque los padres de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos el 26 y 27 de septiembre pasados, se alentaban para encontrar vivos a sus hijos, también consideraban la posibilidad de saberlos sin vida.

La conferencia de prensa del Procurador Jesús Murillo Karam del día de ayer 7 de noviembre de 2014, donde Murillo sugirió que los muchachos fueron asesinados e incinerados por el narco, por lo que no se trataría de un crimen de Estado, cimbró fuerte el coraje y la frustración de los mexicanos y de ciudadanos de otros países también indignados ante esta tragedia.

La población en general encontró un teatro mal armado donde las explicaciones de la PGR parecen no convencer a nadie.

Y es que no solo es conocer quiénes fueron los autores materiales de este homicidio múltiple, sino saber quién es el autor intelectual y sus motivos, así como aplicarle todo el peso de la ley (sic).

Jesús Murillo en su conferencia terminó mascullando la frase “ya me cansé”, quizá en referencia al cansancio por el exceso de trabajo o a que estaba cansado de tanto cuestionamiento de la gente por no creer la versión que acababan de escuchar.

Todos nos cansamos de trabajar, de cuidar a la familia, de velar a nuestros hijos inculcándoles valores y ocupándonos de donde se encuentran y lo que hacen, de estirar el dinero para que alcance el gasto mientras todo sigue subiendo armoniosamente excepto el salario.

Los mexicanos no solo debemos cansarnos de la situación, debemos estar hartos, hartos de tanta mentira, hipocresía, impunidad, violencia.

Es momento que los jóvenes generen el cambio que todo el país exigimos a gritos, y las estadísticas electorales así lo dicen. En las elecciones del 2012, el padrón electoral de jóvenes entre 18 y 39 años, representó casi el 54%.

Sí, estamos cansados, pero también estamos hartos.

México ya está cansado y harto.